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Clases de uso y tratamientos preventivos

SYLVESTRIS
SYLVESTRIS

Las clases de uso intentan valorar el riesgo de ataque o degradación por agentes xilófagos, en función del lugar donde se va a instalar la pieza de madera. Una vez definida, teniendo en cuenta las medidas o detalles constructivos y la especie de madera elegida, se puede prescribir el tratamiento químico adecuado. Las clases de uso dependen principalmente del ambiente al que será expuesta la madera durante su vida de servicio. Es relevante saber si la madera se encuentra en contacto con el suelo, con agua dulce o con agua de mar; o su exposición a la intemperie (interior, bajo cubierta y protegida, o al descubierto). 

La norma UNE EN 350-2 «Durabilidad de la madera y de los materiales derivados de la madera. distingue las siguientes clases de uso:

Clase de uso 1 (CU 1):

Tratamiento preventivo

Estas piezas no necesitan protección, cuando sean durables para esta clase de uso en función de su especie según la norma europea UNE EN 350-2 «Durabilidad de la madera y de los materiales derivados de la madera. Durabilidad natural de la madera maciza.». Sin embargo, si estas piezas no son durables en esta clase de uso y no presentan resistencia a la impregnación, se les puede aplicar alguno de estos tratamientos superficiales.

Pincelado, Pulverizado e Inmersión Breve

Si la especie impide la impregnación del producto se debe elegir otra o recurrir a madera termotratada, acetilada o furfurilada.

Clase de uso 2 (CU 2):

Tratamiento preventivo

No necesitan protección, las construcciones y muebles interiores que sean durables para esta clase de uso en función de la norma europea UNE EN 350-2.

Sin embargo, si no son durables en esta clase de uso y no presentan resistencia a la impregnación, se les puede aplicar alguno de estos tratamientos en la superficie.

Pincelado, Pulverizado e Inmersión Breve

Si la especie impide la impregnación se debe elegir otra o recurrir a madera termotratada, acetilada o furfurilada.

Clase de uso 3 (CU 3):

Subclase 3.1 (CU 3.1) al exterior, por encima del suelo y protegida. La madera supera ocasionalmente humedades superiores al 20 %. El agua no se acumula

Tratamiento preventivo

No necesitan protección, las maderas que sean durables para esta clase de uso en función de la norma europea UNE EN 350-2.

Sin embargo, si no son durables en esta clase de uso y no presentan resistencia a la impregnación, se les puede aplicar alguno de estos tratamientos en la superficie.

Pincelado, Pulverizado e Inmersión Breve

Si la especie impide la impregnación se debe elegir otra o recurrir a madera termotratada, acetilada o furfurilada.

Subclase 3.2 (CU 3.2) al exterior, por encima del suelo pero no protegida. La madera supera frecuentemente humedades superiores al 20 %. El agua puede acumularse.

Madera maciza: elementos de carpintería de exterior como fachadas, puertas, pórticos, pasarelas peatonales, puentes, pérgolas etc.

Tableros contrachapados y tableros de virutas OSB: se pueden producir alteraciones de aspecto. El riesgo de ataque por insectos xilófagos es similar al de la clase 1.

Tableros de partículas y tableros de fibras: se pueden producir alteraciones de aspecto. Sólo será adecuada la utilización de los tableros de partículas y de fibras si sus propiedades intrínsecas o adquiridas son adecuadas. El riesgo de ataque por insectos xilófagos es prácticamente nulo debido a la gran cantidad de resinas que incorporan.

Tratamiento preventivo

No necesitan protección, las maderas que sean durables para esta clase de uso en función de la norma europea UNE EN 350-2.

Sin embargo, si no son durables en esta clase de uso y no presentan resistencia a la impregnación, se les puede aplicar alguno de estos tratamientos en la superficie.

Clase de uso 4 (CU 4):

Subclase 4.1 (CU 4.1) al exterior, en contacto normal con el suelo o agua dulce. El contenido de humedad de la madera supera predominante o permanentemente el 20 %.
Subclase 4.2 (CU 4.2) al exterior, en con contacto intenso con el suelo o agua dulce. El contenido de humedad de la madera supera permanentemente el 20%.

En ambas clases puede ser atacada por hongos de pudrición y pudrición blanda.

El riesgo de ataque por insectos xilófagos de ciclo larvario es similar al de las clases 1, 2 y 3 y las termitas (clases 4.1T y 4.2T).

Madera maciza: postes, pilares, empalizadas, cercas, pilotes, embarcaderos en agua dulce

Tableros contrachapados: Es atacable. Además existe riesgo de insectos xilófagos en lo situado por encima del suelo o del agua, similar al de la clase 1, incluidas las termitas. Sólo se pueden usar tableros tratados.

Tableros de virutas OSB, tableros de partículas y tableros de fibras: actualmente no se fabrican tableros de estos tipos que sean adecuados para esta clase de riesgo.

Tratamiento preventivo

 Las piezas de madera que sean durables para esta clase de uso en función de la norma europea UNE EN 350-2, no necesitan protectores.

Sin embargo, si no son durables en esta clase de uso y no presentan resistencia a la impregnación, se les puede administrar algún protector hidrosoluble.

Si la especie impide la impregnación se debe elegir otra o recurrir a madera termotratada, acetilada o furfurilada.

Clase de uso 5 (CU 5):

Tratamiento preventivo

Las construcciones que sean durables para esta clase de uso en función de la norma europea UNE EN 350-2, no necesitan protección.

Sin embargo, si no son durables en esta clase de uso, independientemente de la resistencia a la impregnación, se debe elegir otra especie o recurrir al tratamiento de acetilado.

TRATAMIENTOS PREVENTIVOS

Tienen por objeto incrementar de forma artificial la durabilidad de la madera. En los tratamientos químicos, que son los más habituales, se introduce de forma artificial en la madera una cantidad definida de producto de tal forma que alcance la penetración especificada. En los tratamientos físicos y físico-químicos se modifica la anatomía de los elementos de la madera para impedir que el agente pueda introducirse físicamente en la madera o se altera su composición química para evitar que pueda ser degradada por los agentes. 

Los métodos de tratamiento preventivos que se pueden utilizar son:

Pincelado: el protector se aplica mediante pincel, brocha o rodillo. La madera ha de estar seca, contenido de humedad inferior al 18%.

Pulverización: el protector se aplica con un pulverizador de forma manual o mecánica. Es más eficaz que el pincelado, ya que en términos generales equivale a 3 manos de pincelado. El contenido de humedad de la madera a proteger puede ser:

Inferior al 18%, cuando se utilizan productos para la protección superficial de la madera con productos en disolventes orgánicos o acuosos.

Superior al 28%, cuando se quiere proteger la madera recién aserrada contra la aparición de hongos cromógenos y mohos. Para esta aplicación particular se emplean productos hidrosolubles o hidrodispersables.

Inmersión breve: la pieza a proteger se sumerge en la solución protectora durante un período de tiempo variable entre algunos segundos (de 10 a 20) y 10 minutos, dependiendo de la especie y de las dimensiones de la madera y del tipo de protector utilizado. El contenido de humedad de la madera a proteger puede ser:

Inferior al 18%, cuando se utilizan productos para la protección superficial de la madera con productos en disolventes orgánicos o acuosos.

Superior al 28%, cuando se quiere proteger la madera recién aserrada contra la aparición de hongos cromógenos y mohos. Para esta aplicación particular se emplean productos hidrosolubles o hidrodispersables.

Inmersión prolongada: la pieza a proteger se sumerge totalmente en un protector durante un período de tiempo superior a 10 minutos. La duración de la inmersión depende del grado de protección que se desee alcanzar, de la especie de madera, de las dimensiones de las piezas, del contenido de humedad de las mismas y del tipo de protector utilizado. La madera a proteger debe estar seca, su contenido de humedad debe ser inferior al 18%.

Tratamiento en autoclave - Doble vacío: La madera seca, con un contenido de humedad inferior al 18%, se introduce en un autoclave y se fuerza la entrada del protector en la madera generando vacío para conseguir una protección perimetral de la pared celular sin llegar a rellenar totalmente el lumen de las células.

Tratamientos en autoclave con presión: La madera, con una humedad inferior al 25 - 28%, se introducen en un autoclave y se fuerza la entrada del producto protector en la madera jugando con presiones, vacíos y tiempos. Dependiendo de la distribución del protector en el interior de la madera se diferencian los sistemas de célula llena y de célula vacía. Una vez realizado el tratamiento es necesario apilar las piezas de madera tratadas en lugares protegidos para que los productos se fijen en su interior y se evapore el solvente.

Madera termo tratada: se realiza sometiendo las piezas de madera a temperaturas próximas a los 200 ºC durante un cierto periodo de tiempo quedando protegida frente a la acción de los hongos xilófagos. Las propiedades mecánicas son parecidas a las de la madera normal si se utiliza el tratamiento “suave”, y un poco más bajas con el tratamiento “fuerte”.

Madera acetilada: se realiza sometiendo a la madera a una impregnación en aceite caliente. Mediante una reacción química los grupos OH de la madera por otros de mayor masa molecular como los acetilos. Es un proceso relativamente complicado que está en fase de implantación en España.

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