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Análisis del ciclo de vida
Bajo estas premisas, la construcción con madera presenta ventajas evidentes que quedan plasmadas al analizar su ciclo de vida. En este tipo de análisis se tienen en cuenta el origen del material, la forma en que ha sido transformado en un producto y, el modo en que se utiliza en la construcción, hasta su destrucción, reciclaje o reutilización. El ciclo de vida verifica el impacto del uso de un material en tres fases específicas: fase de producción, fase de utilización y fase de fin de vida.
Fase de producción
La fase de producción contempla el uso de energía para la extracción, producción y transporte. Cuanto mayor es esta “energía de producción”, mayores son las emisiones de dióxido de carbono (CO2). En comparación con otros materiales de construcción como acero, hormigón, aluminio o PVC, la madera tiene una baja “energía de producción”. Los procesos de transformación de la madera son esencialmente mecánicos, con bajos consumos de energía, y las emisiones de CO2 son negativas gracias al efecto "sumidero o de acumulación de carbono" durante su producción. Recordemos que su “producción” es natural, ya que se origina como resultado del proceso de fotosíntesis a lo largo del crecimiento del árbol, a partir del agua, los nutrientes del suelo, el CO2 atmosférico y la energía solar. Sólo en la elaboración de algunos materiales derivados de la madera y utilizados en la construcción, como los tableros de aglomerado, de fibras o contrachapados, se emplean procesos térmicos o aditivos químicos, pero en baja escala relativa.
Fase de utilización
La fase de utilización tiene en cuenta el consumo de energía, las propiedades térmicas y el mantenimiento del material puesto en servicio. En seste sentido, la capacidad de aislación térmica de la madera, es superior al resto de los materiales de construcción. Debido a su porosidad natural, posee baja transmitancia, lo que evita pérdidas y ganancias de calor indeseadas. En relación al hormigón tiene una transmitancia 10 veces inferior y respecto al acero, 100 veces inferior. Es decir, una edificación construida con madera, acumula CO2 en lugar de emitirlo, y al mismo tiempo, requiere menos cantidad de materiales y consumo de energía para lograr igual confort térmico respecto a la misma solución habitacional realizada con los materiales convencionales.
Fase de utilización
La fase de fin de vida evalúa el destino de los residuos originados durante la producción de los materiales de construcción y de los restos de material una vez ejecutada la obra. Los residuos de madera y productos derivados de la madera como aserrín, costaneros y recortes, se pueden reciclar fabricando paneles de partículas (OSB, aglomerado) o utilizar como sustituto de los combustibles fósiles (leña, briquetas, pellets).
Estas ventajas ambientales que presenta la madera como material de construcción se deben complementar con un correcto diseño y la elección del sistema constructivo. Esto significa, frente a un requerimiento determinado, que la selección de las especies forestales, la protección por diseño, la elección de materiales complementarios, las pautas de mantenimiento y la previsión del final de la vida útil, resultan claves.