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La madera como material de construcción
El uso de la madera en construcción presenta una serie de ventajas respecto a materiales convencionales como el acero o el hormigón. Entre ellas cabe citar:
Requiere poco gasto energético para su fabricación, transporte y puesta en obra.
Es ligera y con una buena relación resistencia/peso.
Su comportamiento ante el fuego es predecible.
Con el diseño y ejecución adecuados las soluciones constructivas con madera son muy durables, incluso en ambientes con altas concentraciones de productos ácidos y soluciones de sales de ácidos.
Es fácilmente manejable y mecanizable.
Permite realizar montajes de forma rápida, limpia y en ausencia de agua.
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Secciones estandarizadas
La utilización de secciones estandarizadas en la construcción con madera presenta diversas ventajas que contribuyen a la eficiencia y calidad del proceso productivo. En primer lugar, la estandarización simplifica el diseño y la planificación, facilitando la selección de elementos estructurales predefinidos que cumplen con normas específicas. Esto conduce a una mayor rapidez que la ejecución de proyectos, reduciendo los tiempos de construcción y los costos asociados. Además, la estandarización facilita la interoperabilidad entre diferentes componentes, garantizando la compatibilidad y la uniformidad en la obra.
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Clases resistentes
En España, la madera estructural se clasifica según el sistema de clases resistentes que determina la norma española UNE-EN 338:2016 (Madera estructural. Clases resistentes). Esta norma asigna una determinada clase de resistencia a la madera, atendiendo fundamentalmente a su resistencia a flexión o módulo de rotura (MOR). El Código Técnico de la Edificación remite a dicha norma para clasificar la madera y realizar cálculos estructurales.
En la Tabla 1 se muestran los tipos de clases resistentes asociadas a valores de resistencia, rigidez y densidad.
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Prestaciones físico-mecánicas
La madera es conocida por ser un material ligero y resistente en comparación con otros materiales de construcción, lo que la hace especialmente adecuada para una variedad de aplicaciones estructurales. Su capacidad para absorber y disipar energía durante impactos la convierte en una opción favorable para la construcción de viviendas, puentes y estructuras de soporte. El uso estructural de la madera presenta algunas particularidades respecto de otros materiales.
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Comportamiento frente al fuego
Cuando la madera se expone al calor intenso de un incendio, experimenta una descomposición térmica progresiva. En los primeros momentos, la temperatura elevada provoca la deshidratación de la madera, liberando humedad y gases volátiles que pueden alimentar el fuego. Sin embargo, debido a su baja conductividad térmica, tiene un avance de carbonización lento que en promedio es de 0,6mm/min, lo que le da un a importante resistencia al fuego cuando las secciones de los elementos de madera son de un tamaño considerable.
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Análisis del ciclo de vida
Cuando la madera se expone al calor intenso de un incendio, experimenta una descomposición térmica progresiva. En los primeros momentos, la temperatura elevada provoca la deshidratación de la madera, liberando humedad y gases volátiles que pueden alimentar el fuego. Sin embargo, debido a su baja conductividad térmica, tiene un avance de carbonización lento que en promedio es de 0,6mm/min, lo que le da un a importante resistencia al fuego cuando las secciones de los elementos de madera son de un tamaño considerable.
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Certificaciones de gestión forestal sostenible y calidad de producto
Las certificaciones de gestión forestal sostenible son herramientas esenciales para asegurar que la explotación de los recursos forestales se realiza de manera responsable y equilibrada. Los estándares de los sistemas de certificación establecen criterios ambientales, sociales y económicos que se deben cumplir durante las operaciones forestales para garantizar la conservación de los bosques a largo plazo. Además de promover la biodiversidad y la protección de los ecosistemas, estas certificaciones fomentan prácticas que respetan los derechos de las comunidades locales y aseguran la viabilidad económica de la actividad forestal. Al adherirse a estos estándares, las empresas demuestran su compromiso con la sostenibilidad ambiental y contribuyen a la preservación de los bosques como recursos vitales para las generaciones presentes y futuras.
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Durabilidad natural e impregnabilidad
La durabilidad natural de la madera se define como la capacidad que ésta presenta para resistir la acción del intemperismo y el ataque de organismos biológicos que la deterioran, tales como bacterias, algas, hongos, insectos y perforadores marinos. Dentro del tejido leñoso pueden identificarse dos zonas: el duramen, en el interior del tronco, y la albura, en el exterior. La formación de duramen se caracteriza por modificaciones anatómicas y químicas que se traducen en una obturación total o parcial de los tejidos de conducción. Las modificaciones químicas tienen lugar al impregnarse las células con otros productos naturales producidos por el árbol (resinas, aceites, taninos, gomas, sustancias solubles, alcaloides) que al oxidarse le suelen dar un característico color oscuro.
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Clases de uso y tratamientos preventivos
Los tratamientos protectores aplicados a la madera destinada a la construcción, en conformidad con la normativa europea, están diseñados para mejorar la durabilidad y resistencia del material. La EN 335, normativa clave en este contexto, establece las clases de uso que definen la exposición de la madera a diferentes ambientes y amenazas biológicas. Para proteger la madera, se utilizan tratamientos como la impregnación con sales o compuestos químicos, autoclave, y otros métodos que cumplen con los requisitos de la EN 351.
Estos tratamientos preservativos se aplican considerando la clase de uso específica a la que se destina la madera, como por ejemplo, la Clase de Uso 3 para aplicaciones en exteriores sin contacto directo con el suelo. La normativa europea proporciona pautas detalladas para garantizar que los tratamientos protectores se ajusten a estándares rigurosos, asegurando la longevidad y la integridad estructural de la madera utilizada en diversas condiciones ambientales y de servicio.
Contamos con productos de madera aptos para la construcción de las clases de uso definidas por la norma EN 335:
Clase de Uso 1 (U1): Madera en interiores con control climático, sin riesgo de humedad ni exposición a organismos xilófagos.
Clase de Uso 2 (U2): Madera en interiores sin control climático, con riesgo ocasional de humedad.
Clase de Uso 3 (U3): Madera utilizada en exteriores con exposición a la intemperie, pero sin contacto directo con el suelo.
Clase de Uso 4 (U4): Madera en contacto directo con el suelo o con agua dulce, sujeta a una humedad constante y alta.
Empresas SYLvestris
Maderas Rupérez
Pacual Vinuesa
Maderas de María
